St. María de Lebeña y San Miguel de Pumareña (Cantabría)

Dura ruta de cicloturismo (no recomendable para inexpertos) de 43 kms de longitud y con un desnivel acumulado subiendo de 774 mts que nos va a permitir descubrir como plato fuerte del día la pequeña iglesia de Santa María de Lebeña, que constituye uno de los más bellos testimonios prerrománicos de Cantabria, y posiblemente el más importante de estilo mozárabe.
Al regreso se plantea la posiblidad de subir hasta el pueblo de Pumareña y descubrir su bonita ermita situda en un lugar privilegiado.

Información detallada de la ruta y GPS en wikiloc

Fotos de Sta. María de Lebeña en panoramio Fotos la de ermita de Pumareña en panoramio.

Situamos la ruta en la espectacular Comarca de Liébana (Cantabría), un paraíso casi único en España donde su riqueza natural y su orografía montañosa permite la práctica de innumerables deportes de aventura. El recorrido nos permitirá descubrir los municipios de Vega de Liébana, Potes, y Peñarrubia, entrada natural a Potes y a toda Liébana (Cantabria). Partiremos desde La Vega de Liébana,descenderemos hasta el conocido pueblo de Potes, capital turística del valle y continuaremos por la carretera en dirección al desfiladero de la Hermida. Pasaremos por Tama y antes de entrar al mismo desfiladero nos desviaremos a la derecha en dirección al pueblo de Lebeña, aunque no entraremos al pueblo propiamente dicho, sino que nos quedaremos en Sta. María para visitar la iglesia mozárabe declarada Bien de Interés Cultural en 1.873. Lo primero que llama la atención es el maravilloso lugar en el que se encuentra enclavada. Montañas, árboles centenarios, tranquilidad..

La unidad estilística que presenta esta construcción mozárabe nos indica que debió levantarse en un periodo de tiempo corto, ya que no se observan cambios de planteamiento ni reformas del esquema original. Es posible pensar que fuera obra de un solo autor, algún destacado personaje de Liébana, quizás el conde Alfonso, como no dijo la guia, y seguramente para ser capilla funeraria de Santo Toribio. Este hecho podría explicar la tendencia al tipo de planta centralizada, mezclada también con el tipo basilical, al poseer tres absides y tres naves que se pueden apreciar en la foto junto con la galería porticada.

El tipo de piedra empleado es la mamposteria, excepto en los ángulos y los cercos de los vanos que se utiliza la silleria. Como se puede apreciar en el exterior, el templo presenta una forma casi cuadrangular coronada por el volumen que forman los dos primeros tramos de la nave central que se elevan por encima de los demá. Su planta es rectangular. La cabecera recta y orientada hacia el Este, presenta tres ábsides paralelos, el mayor algo más profundo como se puede observar, y tres naves separadas por cuatro pilares exentos. En su estructura se mezclan elementos de tradición visigoda (planta y alzado), asturiana (absides) y propiamente mozárabes (pilares, arcos, alfiz técnica decorativa). En la foto inferior se pueden observar los modillones de lóbulos que sostienen el alero del tejado con una excelente labra de ornamentación mozárabe.

Los capiteles vegetales del interior son derivados del corintio, con hojas de acanto, símbolo de la eternidad. La importancia de Lebeña con respecto al arte prerrománico radica en la utilización por primera vez de pilares compuestos, que terminan en capiteles (columnas adosadas) para recibir arcos fajones y formeros, técnica que será utilizada sistemáticamente en el románico. En la foto inferior obtenida de arteguias.com se puede ver claramente.

Una vez terminada la visita a Sta. María propongo, de regreso a La Vega, subir en dirección a un pequeño valle lateral de gran riqueza natural y paisajística para visitar la humilde ermita de San Miguel, en el pueblo de Pumareña. Se halla a 3,5 km de Tama y 440 m sobre el nivel del mar. Lo pueblan 40 habitantes. No sé que tienen estas pequeñas ermitas perdidas en la montaña que en ocasiones me llaman mas la atención que sofísticadas colegiatas de escrupulosa construcción. Quizás lleguen a transmitir una sensación de recogimiento diferente, como es el caso.

Se trata de una ermita con cabecera cuadrada y una única nave rectangular de mayor altura que la cabecera. En el tejado presenta la teja característica de todos estos pueblos lebaniegos y tambien de muchas casas de pueblos vizcaínos. Los aleros de su capilla mayor se sujetan sobre canes simples.

La puerta, abierta hacia poniente, sencilla y apuntada, se forma con dos arquivoltas agudas. Se encuentra protegida gracias a una pequeña "galeria porticada" construida en madera que le confiere un agradable tono rustico.

Del interior no os puedo contar nada ya que como todas las iglesias románicas de España, rara es la que permanece abierta al público sin horios restringidos, a diferencia con Francia, por ejemplo, que prácticamente todas permanecen abiertas todos los días y a todas las hora. Claro que los franceses son bastante más cuidadosos con su patrimonio que nosotros. Ese el el tributo que debemos pagar a este retraso que tenemos en dar valor y cuidar lo nuestro, que es mucho y tan bueno como lo francés, puestos a comparar. Termino esta descripción con otra foto de San Miguel de Pumareña para agradar la vista.